lunes, 14 de abril de 2008

Porros Pejistas

El domingo asistí, para medirle el agua a los camotes (albureros absténganse), a escuchar el mensaje que el peje iba a dar en el Zócalo. Mucha gente, aunque nada que ver con los meses dorados de AMLO: cuando el desafuero o los resultados de las elecciones de 2006. En fin, Televisa, para no variar, inició su nota en el noticiario de la noche en el canal 9 con un “Andrés Manuel López Obrador acudió al zócalo capitalino para dictar línea…” bueno, pues allá ellos y su objetividad. Lo cierto es que vi a mucha gente encabronada y con un único sentir: están cansados de que sólo los dejen ejercer su ciudadanía en tiempos electorales, fuera de los cuales son tachados de agitadores, borregos, nacos, desmadrosos, peligrosos para México, etc, etc…

Otra cosa llamó mi atención. Del lado izquierdo del templete había un grupo de chavos de aspecto reguetonero, venían del CCH Azcapotzalco. Pensé: “¡Cómo han cambiado las cosas! Estos no tienen nada que ver con el aspecto chairo de los estudiantes universitarios, amantes del mitote, de mis tiempos, aquellos de la huelga de la UNAM del 99”. De pronto, viéndolos a ellos, me imaginé a un microbusero de la San Felipe pidiendo a sus compañeros una reducción en las tarifas porque eso ayudaría a agravar las contradicciones del sistema capitalista, para dar vida a una sociedad más justa… Pero no, pronto me di cuenta de que estos cuates más bien actuaban como los porros clásicos del priismo, estaban bajo la batuta de un líder, gritaban consignas sin sentido, nada más para hacerse escuchar, y sin poner atención en lo que se estaba diciendo, se la pasaron hablando de pedos, exprimiéndose los barros, fajando (los que llevaban con quien) y los que no, no más echando desmadre. Ojalá me equivoque, pero el PRD cada vez más se está llenando de líderes que encuentran en ese partido una oportunidad para seguir con las transas al amparo del poder, a la vieja usanza del PRI en el DF.



El líder: gorra azul, paragüas (porque quema mucho el sol)
y lentes oscuros, dando instrucciones a sus reguetoneros.








Tibet en México. La causa de los yuppies




El sábado 12 de abril, se llevó a cabo, en el Ángel de la Independencia, una protesta en contra de la opresión que mantiene el régimen Chino contra el pueblo tibetano. Se trató de una protesta muy civilizada, nada que ver con la toma de calles, pinta de bardas, consignas mentadoras de madres a las que los chilangos estamos acostumbrados, no, nada de eso. En cambio una protesta con la gente vestida de camisa blanca en cuya espalda estaba escrito el nombre de los monjes asesinados por el ejército chino, todos sentados, muy tranquilos, en las escalinatas norte del Ángel.


Llamó mi atención que no fuera tanta gente como la que se esperaba y que la mayoría, a primera vista, parecía sacada de las Lomas, Polanco, Lindavista y uno que otro clasemediero. Algunos aprovecharon para sacar a pasear al perrito y que hiciera caca en el césped del Ángel, eso si casi ninguno llevaba su respectiva bolsita para recoger las mierditas de sus perros. La verdad es quen en México, protestas así, son como tomar café sin cafeína. Chale!

viernes, 11 de abril de 2008

Cuando la tele vomita

El día de ayer, los noticiarios de los principales medios de comunicación de México: televisa y tv azteca, dieron un ejemplo más para sustentar la afirmación de que su práctica es guiada esquivando la objetividad con la que ellos mismos aseguran conducirse. Únicamente bastó ver 10 minutos el programa de Joaquín López Dóriga, balbuceando que la mayoría de la población mexicana no solo rechazaba sino que estaba indignada por la toma del Congreso por parte de los Senadores y Diputados del FAP, cómo si no sé que tantos años de pseudoperiodismo le hubieran dado la sensibilidad para medir el sentir de más de 100 millones de mexicanos. Verlo y escucharlo leer noticias, me recordó la actitud de TV Azteca cuando asesinaron al narcocomediante Francisco Stanley. De pronto lectores de noticias como López Dóriga, eso sí bajo las órdenes de quienes ostentan el poder económico de los medios, deciden que la mentada objetividad no es tan importante, cuando de criticar posturas contrarias a las de los dueños del poder político y económico se trata.